LAS FINCAS

Existen rincones de la tierra donde lo hostil es un privilegio. Es en este entorno hostil donde crecen nuestros pequeños viñedos en los que cada rincón, una loma o un recodo, se convierten en lugares especiales y únicos. Así son cada una de nuestras fincas, con personalidad y nombre propios. Viñedos que nos regalan un conjunto de vinos personales, limitados y exclusivos, fieles a la tierra que les vio nacer. Una tierra que comparte suelos duros y pedregosos, plagados de cantos rodados y pendientes pronunciadas. Unos suelos que sobreviven a condiciones extremas con inviernos muy fríos, donde el cierzo sopla con fuerza, y veranos bochornosos y muy calurosos.

LA TIERRA

La esencia de cada uno de nuestros vinos nace de las entrañas de la tierra. Una tierra que comparte suelos duros y pedregosos, plagados de cantos rodados y pendientes pronunciadas, rodeados de una naturaleza abrupta y con diferente orientación. Este terroir complejo y natural deriva en unos vinos de calidad excelente que reflejan las virtudes del terreno, la dureza climática y el cuidado de nuestros viticultores. Una armónica fusión que los hace diferentes.

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